sábado, 12 de septiembre de 2009

Hay tantos lunes...

"Se hace camino al andar"... a quién jamás le dijeron esta frase... como tantas otras las frases armadas sirven para algo me dijeron hace poco también... Tal vez... esa no es la cuestión...
Por cosas de la vida, de estudiante, de persona, de yo así nomás, me encontré de repente con algunas situaciones donde me hacían ver, notar, pensar, reflexionar sobre lo importante del otro... el otro para mí, en mí, parte de mí...
Cosa no menor diría, estamos en frente de alguien que nos "hace alguien", mierda!! cierta contradicción con mi "amorosa soledad"?? Lo pensamos después...
Me hacen ruido muchas palabras en este momento, palabras que me resuenan y hacen poder entenderme un poco más, o por lo menos intentarlo.
Vinculo, grupo, el otro, yo, sociedad, identidad, pertenencia... No somos un amontonamiento de gente que va por la vida tratando de vivirla... somos personas que sienten, actúan, piensan y se manifiestan gracias a un otro que está ahí para escucharnos, para subjetivarlos, para hacerlos ser!!Y si es así, soy lo que soy porque otro me hizo, o me ayudó a hacerme. Quién no imagino su vida de antemano?, o quién no lo sigue haciendo?, todos tenemos proyectos, ilusiones e imaginamos ese mundo que nos espera o que vamos construyendo de una manera ideal. Y a cuantos de nosotros si miramos hacia atrás se nos hizo realidad esta fantasía de “vida perfecta”??… no desestimemos que a lo largo de ella y con el pasar de los años nos han sorprendido muchísimas situaciones y experiencias que hacen que estos primeros intentos de “imaginación” vayan tomando otro rumbo y otra apariencia.

Yo no era la misma cuando nací, cuando cumplí 6 años, ni cuando tenía 14 y menos ahora que ya tengo no el doble pero por ahí ando…

Transcurren situaciones que uno va pasando, y si miramos atrás muchas veces decimos “mierda! Como fui capaz de afrontar eso… cuantas cosas han sucedido en tan poco tiempo y sin darme cuenta…”. Cuenta nos damos creo yo, pero bueno cada uno pasa como puede las cosas malas y las buenas también, no le quitemos crédito (reitero) a las innumerables cosas que la vida nos regala y aunque duren un segundo nos hacen eternamente felices.

Así es como tengo el recuerdo de varios momentos de mi vida, que en cierta manera “marcaron” algunos cambios en mis “fantasías” de vida hacia el futuro. Como pensar que una persona siempre será la misma? Acaso uno sabe todo desde el principio? Ingenuidad la mía de pensar que yo era una persona ya “acabada” “terminada” y “cocinada”, por decirlo de alguna manera (omnipotencia adolescente, tal vez…).

Una situación que recuerdo y que quiero compartir tiene que ver con mi adolescencia. Que etapa de porquería, el adolescente adolece, el adolescente está en su búsqueda constante, creando su identidad… ja, leí una vez a un autor que decía que a los adolescente habría que matarlos y saltear esta etapa de la vida en donde eran solo un montón de hormonas en ebullición y constantes reclamos y critican sin fundamentación… no sé si está muy errado, es gracioso, pero es muy necesario vivir y saber salir de esta etapa lo mas ileso posible…

Yo tenia 15 años, niña (demasiado ingenua e insegura para mi gusto) estaba todavía con el vestido de quinceañera puesto y no podía salir de él (y no tenia por qué) Fue en ese momento cuando tuve una de las mayores enseñanza de mi vida, la primera gran perdida de verdad, porque perdidas tenemos muchas a lo largo de nuestra vida, pero como esta y a esa edad? Déjenme decirles que no es natural… y ahora?

Cómo se hace para seguir con algo que no sé todavía (después de 10 años) como se hace?. Tal vez mi mente retorcida lo único que logró fue reprimir y poner una barrera a todo eso. Me cuesta recordar solo tengo fotos de situaciones de ese momento y de la cruda sensación de que yo sabía que iba a pasar, pero como lo sabía? No lo sé, minutos antes de enterarme que esa persona ya no iba a estar más ahí con nosotros, lo supe. Antes de que me abran esa puerta y escuchar ese grito yo sabía qué había pasado… no sé como…

Agradecí siempre (no sé si por qué esa persona lo quiso así o simplemente casualidad de la vida) la manera en la cual me enteré de lo sucedido, nadie me lo dijo, no hizo falta, solo se abrió la puerta y ese grito mostró y dijo todo… también agradecí mucho la presencia (también casual o no) de las personas que estaban en ese momento conmigo, C y mamá entre ellos, los cuales como buenos adultos supieron no dudar y hacer algo al respecto. No fueron necesarias las palabras, no existieron palabras, y hoy a pesar de escribir esto no existen…



No hay comentarios:

Publicar un comentario